De
la cuna al fanzine.
riel
L. Maskin nació en Gudeirs.. perdón, en Buenos Aires
en 1976.
Algo extraño pasó, y en vez de venir con un pan bajo
el brazo, vino con un lápiz. Dibujaba en todos lados, desde
las boletas de servicios hasta las paredes de la casa. Su madre
entonces pensó que sería buena idea comprarle papel.
Y así se hizo.
Años más tarde, con la llegada de la televisión
al hogar de los Maskin, Arielito quedó prendado con los dibujitos
y con la serie de Batman de los '60. De inmediato empezó
a dibujar lo que le dictaba la imaginación, creando a los
8 años a su primer superhéroe, Chanchman.
A eso de los 12 años, se volcó por la literatura.
Casi se volvió un tipo serio, pero el dibujo lo pudo más.
Una tarde, durante las vacaciones de verano de 1992, en que se leyó
los 10 tomos de Mafalda de corrido, le vino un ataque. El fruto
de ese ataque fueron 110 tiras cómicas protagonizadas por
un grupo de animales bizarros, un cura, un psicólogo, un
almacenero y su mono y Marcos Tilla. Eran tiras más bien
costumbristas, nada de volar o usar capa. Ante semejante muestra
de locura, la mamá de Ariel lo llevó con un profesional
que pudiera hacer algo con esto. Ese profesional fue Rogelio Ferreyra,
quien hizo de Ariel un dibujante derecho y más o menos hecho.
Es importante destacar la labor de Roge, porque él le prestó
dos revistas que le marcarían la vida:
Batman:
The Killing Joke
Astèrix
en los juegos olímpicos
Astèrix
le mostró que lo que le gustaba eran la comedia y las aventuras.
The Killing Joke le mostró un Batman desconocido y apasionante,
y lo convenció de que los superhéroes eran un género
valioso para contar buenas historias.
Cuando terminó el secundario, Ariel Maskin ya era Max King.
La transformación era completa. A partir de entonces, su
vida ya no sería igual.
En 1995 ingresó a la Escuela de Animación Cinematográfica
de Avellaneda, con el ambicioso objetivo de convertirse en el sucesor
natural de García Ferré, tras haber fallado en su
ambición de ganar el Nobel de literatura. Ya empezaban a
notarse resquicios de conducta ezquizoide, cuando pasaban cortos
mudos y él hacía el sonido con su voz.
A pesar de eso, Max se hizo de dos amigos.
En esos años, Max creó a Argentineman, basandose en
una foto que el mismo se sacara una vez, improvisando disfraces.
Sí, el tipo está bastante loco.
Sus amigos le recomendaron entonces la serie que define su ideal
de historieta.
Max King termina de volverse loco al leer la JLA de Keith Giffen,
una comedia de superhéroes que le demostró que se
puede mezclar humor y mallas para hacer algo intencionalmente cómico.
Tras ver capítulos de Fenomenoide (Freakazoid) creó
al todavía inédito Baudioman, al que le siguen otros
6 superhéroes.
Ya no había vuelta atrás, Max acababa de crear el
universo MK.
Mientras aprendía a dar vida a objetos inanimados, Max King
desarrollaba a sus personajes, y a las historias detrás de
ellos.
El universo tomaba forma cuando Max terminó la carrera, desilusionado
porque tampoco iba a poder suceder a García Ferré.
No obstante, ya tenía una misión:
Hacer conocer sus creaciones al mundo... y ganar el premio Eisner!!!
Los
años devaluados.
Max
King Comics!, el fanzine creado por Max King, salió de febrero
de 1999 a octubre de 2001 casi sin retrasos, cada tres meses, bajo
la idea de que la regularidad y la perseverancia era lo que a los
fanzines y a muchas revistas profesionales les faltaba para lograr
una base de lectores que dé sustentabilidad al proyecto.
Nunca fue solamente eso, y Max también entendió que
asistir a eventos, darse a conocer y promocionar la revista con
algo más que la historieta misma era una parte importante
de esa sustentabilidad. Hacerse miembro de la Asociación
de Historietistas Independientes fue parte de todo eso.
Sin embargo, y aunque ya se había logrado regularidad, presencia
en eventos y hasta infraestructura de promoción (el incipiente
"Museo Itinerante" y el Boletín Informativo, de
reparto gratuito), la realidad argentina, hasta entonces solamente
presente en modo de chistes políticos calados en las historietas,
puso un fuerte pie en Max King Comics! y mostró que ante
ciertas circunstancias, de poco sirve lo demás. Tras la crisis
institucional de 2001 y la devaluación de enero de 2002,
Max King Comics! tuvo que dejar de editarse.
Embargado en la pena de tener que dejar de editar justo cuando había
sacado su primera saga de varios capítulos con continuará
"La Saga de Melodramatik", Max King volvió a ser
Ariel Maskin y dejó de dibujar y abandonó, a medio
hacer, el guión del número 12.
Mientras la situación en Argentina se estabilizaba y los
cacerolazos cedían espacio a las asambleas barriales, Ariel
aprovechó la internet para mantener sus contactos historietísticos
(a través de la Lista de Correo MLArgenta), y se dedicó
a socializar.
A través de esas amistades llegó a ser un asíduo
jugador de Counter Strike, y luego de Hattrick, un juego de Manager
virtual de Futbol, en el que juega desde mediados del 2003.
De la MLArgenta surgió la idea de publicar una tira por internet,
chance que Ariel aprovechó. El resultado fue la tira cómica
de La Liga de Plata, que salió con cierta regularidad en
Portalcomic entre mediados de 2003 y fines de 2003, con un cierre
del primer arco argumental en 2005. Ariel, pese a este proyecto,
no lograba mantener el entusiasmo y con facilidad abandonaba los
proyectos. Max se refugió de nuevo en Hattrick, y como el
vicio del dibujo era más fuerte que nada, creó una
web para su equipo, el Mitre Ville Futbol Clú, donde acabó
mejorando su manejo de la figura en movimiento. Y aún ese
proyecto, que mantuvo con regularidad entre febrero y octubre del
2004, lo acabó dejando apenas se cansó de dibujar
sin ver apoyos o apreciaciones de lo que hacía. Lo cierto
es que Max King siempre da lo mejor de sí en cada proyecto
y rara vez hace las cosas a medias, lo que hacía más
frustrante trabajar sin ver al menos un comentario alentador.
Pese a la hipercomunicación de Internet, Max se sentía
aislado.
Rosario era un bálsamo.
Desde 2002, Max King empezó a asistir a Leyendas, el evento
que la AHI Rosario organizaba en la mencionada ciudad. En Leyendas,
Max tuvo la oportunidad de conocer con mayor profundidad a los demás
autores y autoeditores, ya en cierto plano de igualdad, pues iba
con espacio propio y no dentro de un stand de varios, donde siempre
se sentía menos frente a sus colegas más veteranos.
En Leyendas 2002, Max presentó todo lo que había hecho
en sus fanzines hasta entonces, y en 2003 su excusa era la tira
de La Liga de Plata, aprovechando que Portalcomic también
tenía stand en el evento.
Abandonada la tira y con este sitio web también abandonado,
en 2004 fue Ariel Maskin quien decidió ir a Rosario como
simple espectador del evento, buscando desenchufarse de las preocupaciones
y recargar pilas. Leyendas era sin dudas un gran evento para los
fans de corazón y para los autoeditores, y Ariel era ambas
cosas, así que lo disfrutó el doble.
2005:
Freud, un regreso y un cierre.
En 2005 Ariel empezó terapia. Con 28 años, sentía
que era hora de sacudir los demonios internos y empezar a deshacerse
de las trabas.
Como inicio de terapia, el 2005 no estuvo nada mal. Max decidió
sacar los dos números que quedaron colgados de la etapa anterior
del fanzine, decidió abandonar la regularidad y decidió
cambiar el formato del fanzine, haciéndolo doble para ahorrar
una tapa. También cambió de puesto en su trabajo y
tuvo un breve regreso con la tira de La Liga de Plata, a la que
al menos le llegó a cerrar el primer arco argumental.
En seis meses, Max King Comics! Super Flip Sided Nº 12/13 (un
número en formato Flip Side que tenía las tapas originales
de los números 12 y 13 y básicamente eran los dos
números pegados, volteado uno respecto del otro), y no pudiendo
sacarla antes por problemas de imprenta, el 31 de diciembre de 2005
la revista se distribuyó en los únicos dos locales
que venden la revista en Buenos Aires. Como parte del abandono de
la edición, el fanzine había perdido el 80% de los
puntos de venta.
Con eso se cerraba la primera etapa de Max King Comics! y Max se
dio por satisfecho.
Dos
años complicados
Los cambios nunca son gratuitos. Max había resuelto volver
al ruedo, pero los años de inactividad lo tenían oxidado.
Leyendas era el único evento en pie desde antes de la crisis,
y el mapa de eventos en Buenos Aires había cambiado desde
aquel Expocomics 2001.
La AHI Baires se había disuelto tras la partida de los miembros
de La Productora y el paulatino traspaso a las actividades profesionales
de los autores agrupados en La Secta Edición. Los conflictos
y dificultades organizativas de la AHI Buenos Aires le dejaron mala
fama a la Asociación y ya ningún autoeditor quiso
tocar ni de cerca la idea de agruparse formalmente. Curioso, si
pensamos que esto se dio al calor del crecimiento de estructuras
colectivas como las Asambleas Barriales, y cierto regreso de la
solidaridad colectiva y la participación vecinal.
En este contexto, los autoeditores estaban por su lado para conseguir
espacios en los eventos, y a Max le costó mucho poder volver
a participar.
Con apenas Leyendas para asistir, y sin mucho pie en la incipiente
ANIMATE, más complicaciones en su vida laboral y personal,
los dos años que siguieron al lanzamiento del 12/13 fueron
de todo menos constructivos. Todo lo relacionado con el dibujo fue
abandonado, y ni siquiera Mitre Ville ni este sitio vieron actividad.
Salvo por el proyecto que, junto a su colega Diego Tarallo, llevaron
adelante para el blog Semana Onírica, Max casi había
abandonado el lápiz, abrumado más por los problemas
fuera del tablero.
En esos años, Max tanteó participar en Expocomic Campana,
aunque nunca lo hizo formalmente. También en esos años,
conoció a Alejandra Márquez, que sería una
pieza clave en el regreso.
Levantarse,
caerse y volverse a levantar
En el 2008, Max había finalmente decidido volver a realizar
acciones de promoción, y su misión era lanzar el número
14 de Max King Comics!, de 40 páginas, más un poster
dibujado por su colega Gabriel Fix, para presentarlo en Leyendas
2008. Unas vacaciones en el sur lo cargaron lo suficiente como para
ponerse a laburar intensamente. Además, para reforzar la
promoción de sus actividades, creó el blog www.enqueandamaxking.blogspot.com.
Embalado, no solamente realizó el número 14 (40 páginas
dedicadas a presentar a Bicho y Lumbrí de Seda) sino que
armó una nueva batea para su stand itinerante, empezó
con los objetos de su futuro nuevo Museo de Objetos Superheróicos
y se compró una imprenta para bajar gastos. Esta impresora
le permitió mantener la tapa a color y además poner
a color el poster que Fix dibujó.
El número 14 anduvo muy bien en Leyendas, y Max no podía
darse el lujo de descansar. Estuvo en Animate 2008 marcando el regreso
a los eventos porteños. Esto fue gracias a Alejandra "Niamh"
Márquez, quien se constituyó en una especie de madrina
de los fanzines, ayudando a Max y a muchos otros Fanzines a conseguir
lugar en eventos de historietas y manga/animé.
Max pensaba sacar el número 15 en 2009, pero enfrentarse
a un reordenamiento de los guiones a publicar lo hizo atrasarse
y embarrarse de nuevo. No es mucho justificativo, pero desde que
se vio forzado a parar en 2002, a Max le costó horrores arrancar
cada vez. Tres meses tardó en ordenar los guiones y sacar
los dos que publicaría, y cuando debía ponerse a laburar,
le cayó la tira para Baradero. A través de Niamh,
Max consiguió espacio en la revista Sátrapas para
colocar una tira. Mario Quelonio salió en Sátrapas
Baradero, la revista dirigida por Martín Fucaraccio hasta
totalizar 9 tiras, y solamente el cambio de rubro del editor hizo
que no salieran más. Max se dedicó finalmente a armar
el número 15, que a esa altura ya estaba para salir el año
siguiente.
Tarde,
pero con brillo.
En 2010, King se puso firme y empezó a laburar tupido en
el número aniversario, luego de dejar bien sentados y confirmados
a los participantes. En abril, aprovechó su viaje al sur
para desconectarse de las distracciones y ponerle una inusitada
pila al dibujo. Para mayo, casi tenía listo todo, salvo el
backup. En una secuencia de encuentros y desencuentros con Fran
López, y un Max editor que se puso duro pero un Max autor
que calmó las cosas, para Julio, Max King Comics! Nº
15 estuvo en la calle, con el esperado backup y dos excelentes notas
de Ale Márquez y Julián Crudo, y en la segunda mitad
del año, el autor y editor asistió a CrackBangBoom,
a Animate 2010 y a Fahrenheit 2010, movió su revista, la
colocó en sus dos comiquerías y de nuevo en Rosario,
en Milenario Comics! Cerrando al menos una celebración como
correspondía, aunque fuera un año después.
Para este 2011, Max está firme en lanzar el Nº 16, con
autor invitado asignado.
Max King Comics!, ese fanzine que rompe algunos moldes (sigan buscando
fanzines con poster color, con números en dorado o, válgame,
con formato flipside) no le vale a su editor y autor un premio Eisner,
pero al menos le valió ganarse su rinconcito en el medio,
rincón que Max siempre está dispuesto a ampliar.
Juan
José Palaci
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El
Chanchman original, fruto de una mente atormentada por la estética
camp y el plan austral.
Dibujo
histórico. Marcos Tilla en su primer dibujo, del año
1992.
Sí, señor, nuestro Max está loco de remate,
y acá lo vemos creando sin saberlo al mismísimo
Argentineman.
Parte
de la formación original de la liga de superhéroes
que Max tiene en la manga, ahí vemos a los 4 que dispararon
todo el universo: Argentineman, Supermarcos, Baudioman y Chanchman.
Una viñeta, en exclusiva, de la tira que Max hace para
Portalcomic.com. Y si hacés clic en ella, te lleva directo
a la última tira publicada.
Una viñeta de la historieta guionada por Diego Tarallo
y dibujada por Max King para La Semana Onírica. Max pudo
soltarse y meter más negros, libre de las limitaciones
de los medios de impresión.
A la humilde mesa vestida que tenía al principio en sus
stands en Leyendas, Max le fue agregando cosas, como este logo
hecho en fibrofácil, además de cantidad de
dibujos para colgar.
Una de las fotos de Max en su Stand en Leyendas.
Creado cuando Ariel tenía 16 años, Mario Quelonio
esperó otros 16 años en ver finalmente la luz en
la revista Sátrapas.
Tapa del Nº 15 con el que Max celebró los 11 años
a todo culo. Se vendió bastante bien y aún espera
las reseñas de los críticos.
Esta es una secuencia de una misma página, extraída
de las imágenes que Max posteó en su Blog personal.
No hay muchos dibujantes que, por locura o genialidad, según
quién lo mire, le ponen el cuerpo a sus personajes como
lo hace Max King. En esta foto, Argentineman indica que es él
quien aparece en el monitor, en una tira de la Liga De Plata en
Portalcomics.
Dibujar no es lo único que le gusta a Max King. Haciendo
clic en esta foto, serán redirigidos al blog de Day Tripper,
al video de Max King charlando y cantando en el programa de Juan
Di Natale.
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